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Y llamarás su nombre Jesús. Parte 5 de 6

(Publicado el 27 de marzo de 2011 en el sitio de la IPNJ Central Pereira)

Y llamarás su nombre Jesús Mateo 1:21

La luz del mundo: (Juan 8:12). Todos hemos estado en una habitación o lugar completamente oscuro, creo. En dicha situación no nos sentimos cómodos, podemos tropezar o golpearnos; la sensación no es agradable y es cuando deseamos tener una fuente de luz. Puede ser un fósforo, una vela, un encendedor, bombillo o cualquier otro instrumento que brinde luz. Lo interesante es que la luz vence las tinieblas; siempre que la oscuridad y la luz se enfrentan podemos asegurar quién ganará. Jesús es la luz del mundo, pero espera, Él también dijo en una ocasión: "vosotros sois la luz del mundo;" Mateo 5:14a. Al fin qué, ¿Él es la luz o nosotros somos la luz? La respuesta está en el mismo verso 12, "el que lo sigue, no andará en tinieblas, sino que TENDRÁ la luz de la vida" (Énfasis mío). Él es la luz, pero quiere darnos luz para alumbrar delante de los hombres y que ellos vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios.

Principal piedra del ángulo (Jesucristo mismo): (Efesios 2:20). En cualquier construcción incluso en una torre de naipes, la base es sumamente importante para una edificación sólida. En este edificio, sobre el cual construimos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, somos privilegiados de tener la mejor base posible: El Señor mismo.

El sol de justicia: (Malaquías 4:2). Dios es amor, pero también es justo. El mismo sol que desea bendecir a todos, sin excepción, se verá obligado a abrasar a unos y abrazar a otros. Los primeros serán los soberbios y todos los que hacen maldad, el sol será ardiente para ellos y no les dejará ni raíz ni rama: Quemados completamente. Los segundos y deseo que tú también quieras pertenecer a este grupo, serán los que temen a su nombre, a nosotros nacerá el sol de justicia, dará salvación y estaremos tan alegres que "saltaremos como becerros de la manada".

El príncipe de los pastores: (1 Pedro 5:4). Gracias damos a nuestros pastores aquí en la tierra, que nos instruyen, nos dan ejemplo y enseñan cada día, más que con sus dichos, con sus hechos a caminar en Cristo; pero esperamos al Príncipe de los pastores, quien de manera perfecta, nos pastoreará por siempre y para siempre.

La cabeza de la iglesia: (Efesios 5:23). El cuerpo de Cristo, ¡Qué enseñanza tan especial! Lo que no pueden hacer las manos, lo hacen los pies y viceversa. Si éstos no pueden, están los demás miembros, cada uno especial, singular, único, necesario. Si es pequeño no importa pues tiene su función. Si es grande no puede prescindir de los demás porque ¿De qué serviría un codo, una rodilla, un estómago o un corazón sin el resto del cuerpo? Y gracias a Dios que Él es la cabeza, la que nos dirige, nos muestra que hacer y cómo hacerlo.

El pan vivo: (Juan 6:51). La canción nos enseña sobre el pan vivo:
 

"Es Jesús, el pan de vida
El maná de mi desierto
Mi energía, mi sustento
Es Jesús, el pan de vida
Mi necesidad primera
Y sin Ti yo nada fuera
Porque Jesús es pan de vida eterna."

 

Básicamente la enseñanza aquí es que los antiguos comieron maná y murieron, pero el que viene a Él (come de ese Pan) vivirá para siempre.

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